La consejera de Salud, Marina Álvarez, acompañada del director gerente del centro, Fernando Forja, y el delegado territorial de esta consejería en Cádiz, Manuel Herrera, han visitado el Hospital Puerta del Mar, tras culminar la primera fase de modernización y ampliación de su Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
Así, han destacado su confortabilidad y sus altas prestaciones, beneficiando tanto a pacientes como a profesionales, con una inversión en esta primera parte del proyecto que ha sido de 820.000 euros y se ha actuado sobre 209 metros cuadrados, que albergan siete boxes individuales y que permiten el abordaje de los pacientes en 360 grados, ofreciendo a los profesionales mejores instalaciones y tecnologías para desarrollar su trabajo diario y a los pacientes y familiares un mayor confort.
Así, se ha incluido los nuevos cabeceros y equipamiento electromédico, la remodelación y liberación de espacios, la instalación y seguridad eléctrica y el mobiliario de los boxes. Se incluye en dicha cantidad, además, la climatización de todas las fases del proyecto.
La reforma completa de la UCI del Puerta del Mar es una de las principales actuaciones del Plan de Humanización del centro hospitalario.
Se trata de un proyecto que se acometerá en cuatro años por la complejidad de la actuación en un espacio de estas características, con pacientes críticos que exigen cuidados 24 horas al día. La unidad contará con 2.360 metros cuadrados una vez reformada íntegramente, lo que supone crecer en 720 metros cuadrados. Con ello, se podrá pasar de los 26 puestos de atención en la actualidad a los 32. En este sentido, ha recordado que a lo largo de 2017 la UCI registró un total de 1.141 ingresos, con una estancia media de 6,2 días, por una plantilla compuesta por 126 profesionales.
La UCI del centro gaditano contará con la tecnología más avanzada, nuevo mobiliario, espacios diáfanos y confortables para profesionales, pacientes y familiares, nuevos circuitos y un entorno lleno de luz natural, un elemento «muy importante» en estas áreas asistenciales para que el paciente crítico se oriente mejor y se reduzca su ansiedad durante la estancia.
Otra medida adoptada ha sido el acompañamiento al final de la vida, de forma que los familiares puedan acceder a la UCI en los casos de pacientes en la última fase de su vida, para que estén acompañados de sus seres queridos en esta etapa.