La Operación Salida de la Semana Santa de 2019 arranca este viernes a las 15.00 horas con una previsión de 15,5 millones de desplazamientos por carretera hasta las 24.00 horas del lunes día 22.
Desarrollada en dos fases, la primera comenzará este viernes 12 a las 15.00 horas y finalizará dos días después, a las 24.00 horas del domingo 14. Para esta primera fase, Tráfico prevé 3,9 millones de desplazamientos.
La segunda fase, la más importante que la anterior por el volumen de desplazamientos de vehículos a lo largo de toda la red viaria, comenzará a partir del miércoles 17 de abril, excepto en la Comunidad Valenciana y Cataluña, donde comenzará al día siguiente.
Esta fase finalizará a las 24.00 horas del lunes 22 de abril con la operación retorno, que se desarrollará desde el sábado por la tarde y se prolongará durante todo el domingo y el lunes de Pascua, ya que en Baleares, Cataluña, Comunidad Valenciana, Cantabria, Navarra, País Vasco, Castilla-La Mancha y La Rioja dicho lunes es festivo.
En el resto de comunidades, pese a no ser festivo, es día no lectivo para escolares y universitarios, por lo que se prevé que también se produzca una importante cantidad de movimientos de retorno hacia los grandes núcleos urbanos que se sumarán a los de un día laborable cualquiera.
Durante el dispositivo especial, habrá 9.200 agentes de la Guardia Civil de Tráfico, frente a los 8.800 que hubo el año pasado; 264 vehículos camuflados de la Benemérita para vigilar el comportamiento en la carretera, sobre todo en convencionales; y cerca de 1.400 radares para controlar la velocidad: 724 fijos, 62 de tramo y 557 móviles en los vehículos de la Guardia Civil; además de 10 helicópteros y 8 drones.
Igualmente, la DGT contará con 216 cámaras para el control del uso de cinturón pero que, dada su «fiabilidad», también se utilizarán para vigilar el uso del móvil.
CIFRAS DE SINIESTRALIDAD
El año pasado perdieron la vida en las carreteras durante la Semana Santa un total de 31 personas y otras 159 resultaron heridas graves. Navarro confía que este 2019 las cifras de siniestralidad sean más bajas por la reducción del límite de velocidad de 100 a 90 km/h en las convencionales (medida que entró en vigor en enero) y por el aumento de la vigilancia y control.
«Poco a poco vamos a ir recuperando lo que dejamos durante los años de la crisis. La Seguridad Vial descansa en la vigilancia y control, a más, debería haber menos accidentes», ha justificado el despliegue de este año Pere Navarro, que además ha advertido de que, en la medida que se pueda, se irán aumentando los radares de tramo en zonas de concentración de accidentes, ya que «está más que contrastada su eficacia».
Sobre la siniestralidad vial, ha comentado que lo que «preocupa especialmente» a la DGT son los motoristas, pues de los 31 fallecidos que hubo en Semana Santa en 2018, cinco eran usuarios de motocicleta. En los últimos 4 años, el 23% de los muertos en este periodo vacacional pertenecían a este colectivo, pese a representar estos el 16% del parque automovilístico, lo que a juicio de Navarro, «es un fracaso de todos». Y tres fueron ciclistas, colectivo que representa de media el 6% de víctimas mortales en las últimas cuatro Semanas Santas.
CASI LA MITAD DE ACCIDENTES MORTALES, DESPUÉS DE COMER
Asimismo, durante 2018 casi la mitad de los accidentes mortales (14) se produjeron después de comer, y 10 de los 31 fallecidos fueron mayores de 65 años.
Otros datos que ha puesto sobre la mesa el director general de Tráfico es que 4 de cada 10 muertos de la Semana Santa de 2018 superaba el límite de alcohol permitido; y otras dos víctimas mortales no llevaban puesto el cinturón de seguridad en el momento del accidente. Si bien también ha recordado que la principal causa de mortalidad en las carreteras es, desde 2016, las distracciones al volante, especialmente el uso del teléfono móvil, superando así al consumo de alcohol.