La Parroquia de San Juan Bautista acogía en la tarde de ayer el acto de descubrimiento de una placa en memoria del hermano Pedro Manuel Salado, fallecido tras salvar a 7 niños de morir ahogados en las playas de Atacames. La placa se ha descubierto junto a la pila donde fue bautizado, al término de una misa conmemorativa, coincidiendo con el séptimo aniversario de su heroico acto.
El Hermano Pedro Manuel Salado nació en Chiclana el 1 de enero de 1968. Tras ingresar en la Comunidad Religiosa Hogar de Nazaret fue destinado veinte años después a la misión que esta Obra tiene en Quinindé. Allí se dedicó a la atención de los menores más desprotegidos en la casa de acogida de la barriada Nuevos Horizontes. En 2001 pasó a dirigir la Escuela Santa María de Nazaret, que con el tiempo y el crecimiento pasaría a llamarse unidad Educativa Sagrada Familia de Nazaret. El domingo 5 de febrero de 2012, estando en la playa de Atacames al cuidado de un grupo de niños y niñas del Hogar de Nazaret, le advirtieron que siete de los niños que estaban jugando en la orilla habían sido arrastrados por el mar en un fenómeno inesperado y repentino. El Hno. Pedro Manuel, sin dudarlo, y a pesar del respeto que le tenía al mar, se lanzó al agua para salvarlos a todos. Fue una tarea ardua en la que recibió ayuda de un surfista que le socorrió en la tarea de acercar a los niños a la orilla. Tras alcanzar a los dos últimos menores en peligro, los que estaban más alejados, y ponerlos en la tabla que le acercaba el surfista, el Hno. Pedro Manuel se ahogó. Lograron sacarlo a la orilla donde finalmente falleció, estando los siete niños a salvo.
El descubrimiento de una placa en su memoria, junto a la pila en que se le bautizara el 15 de enero de 1968, fue un acto de intensa emoción.
El descubrimiento de la placa junto a la pila en que se le bautizara se suma a otros homenajes que la memoria del Hermano Pedro Manuel Salado ha tenido en las últimas fechas. Así, el lunes 28 de enero fue descubierta en la Unidad Educativa Sagrada Familia de Nazaret, en la ciudad ecuatoriana de Quinindé, una imagen del misionero español que es réplica de la situada en la Plaza de Jesús Nazareno.
Además, su acto heroico ya ha recibido, a título póstumo, varios homenajes en España como la Medalla de Oro de su ciudad natal, Chiclana, y una estatua y una calle dedicada a él en esta misma ciudad. El pasado 12 de octubre se abrió su Causa de Beatificación y Canonización en la Catedral de Córdoba, de manos del obispo Monseñor Demetrio Fernández. La causa será llevada desde esta ciudad pues es la sede del Hogar de Nazaret y aquí vivió 10 años, entre 1988 y 1998.