La portavoz adjunta del Grupo Parlamentario Socialista y secretaria de Organización del PSOE de Cádiz, Araceli Maese, ha valorado como «muy negativa la inversión de la Junta de Andalucía en materia sanitaria en la provincia de Cádiz». La socialista ha expresado que el gobierno andaluz suspende su asignatura de inversión en infraestructuras y recursos humanos y técnicos en la sanidad pública». Así, ha lamentado que «el consejero de Salud, Jesús Aguirre, haya intentado tapar el sol con un dedo en sede parlamentaria adelantando partidas ficticias hasta 2023 y dejando claro el desequilibrio de esas inversiones por territorios dentro de la misma provincia, por tanto, respondiendo a intereses que lejos están de lo que necesita la ciudadanía”, según ha expresado.
Por todo ello, la socialista ha adelantado que su Grupo Parlamentario ha registrado una pregunta por escrito para pedir que se expliquen las inversiones en sanidad pública en la provincia, así como las partidas presupuestarias concretas y los plazos de ejecución de los proyectos. En esta línea, el PSOE Provincial de Cádiz ha acusado al ejecutivo andaluz de desviar como centros de referencia en 15 especialidades médicas a los centros de Pascual en el distrito Jerez-Costa Noroeste-Sierra.
Desde el PSOE de Cádiz han concluido pidiendo a la Junta que «no mienta sobre la inversión sanitaria en la provincia, que no se maltrate a los territorios en el reparto de mejoras y que no dejen abandonadas infraestructuras sanitaria que podrían estar ofreciendo servicios de alta calidad, como es el caso del centro de salud Salvatierra en El Puerto, así como que pongan fin al afán privatizador de la sanidad pública que en la provincia de Cádiz se ha convertido en una triste realidad». Así, el partido socialista se han referido al HARE de Vejer, «que no termina de completar la plantilla con los recursos suficientes, y las continuas quejas que los trabajadores y usuarios trasladan por la falta de recurso».
Con ello, Maese ha finalizado sus valoración incidiendo en que «todas estas reivindicaciones son vitales en circunstancias ordinarias, pero se hacen imprescindibles debido al periodo de pandemia que estamos atravesando».
