Un total de 113 parcelas de la urbanización Soto del Águila se acogerán al proceso de regularización y urbanización tras la puesta en vigor de la Ordenanza de Regularización el pasado septiembre. Así lo ha anunciado el alcalde, José María Román, quien ha comparecido en rueda de prensa junto al arquitecto y responsable del proyecto, Israel Quintero, y al representante de la Asociación de Vecinos Soto del Águila, Diego Aragón, así como a la delegada municipal de Urbanismo, Ana González, y técnicos municipales del área de Diseminado.
Desde la Asociación de Vecinos Soto del Águila, ubicada junto a la carretera de La Barrosa, entre la rotonda de Las Menuditas y la Escuela Montessori, se ha presentado en el Ayuntamiento el proyecto de delimitación del ámbito preferente de ejecución del área de regularización e integración urbano-ambiental de Las Menuditas. “Se trata del primer paso para la urbanización de esta zona del término municipal, cuya urbanización se hizo allá por mediados de los 70, pero que no se terminó”, ha indicado el alcalde, quien ha destacado “el esfuerzo de los vecinos para poder hacer realidad esta actuación”.
Este ámbito previsto para regularizar incluye un total de 113 parcelas, en su gran mayoría construidas, de las 135 existentes en la zona, lo que supone una extensión de 62.865 metros cuadrados, de los que 13.758 metros cuadrados son de viales y el resto de suelo residencial. La amplia mayoría de las parcelas tienen una superficie de 300 metros cuadrados, aunque también existen parcelas de 1.000.
El arquitecto Israel Quintero ha recordado que este proceso comenzó a finales de 2016, con la aprobación definitiva del Plan General. Quintero indicó que lo que la asociación quiere es urbanizar, mejorar su situación precaria en cuanto a infraestructuras urbanísticas, que las 40 parcelas sin edificar puedan obtener sus licencias de obras y, por tanto, aprovechar las bondades que establece la Ordenanza.
Diego Aragón, representante de la Asociación de Vecinos Soto del Águila, ha destacado que hay personas que llevan viviendo en la zona unos 20 años y que existe gran concienciación para acometer el proceso por el cansancio derivado de soportar calles sin asfaltar, fosas sépticas o averías constantes en la red de agua.
