Ha adoptado medidas de aislamiento preventivo, pruebas de antígenos y PCR e información constante con familiares.
La residencia de mayores Matía Calvo, que gestiona la Diputación, ha detectado cinco positivos por COVID-19, de los que tres se corresponden a trabajadores y dos a usuarios. Desde el primer caso, conocido el jueves, se activaron los protocolos establecidos por la autoridad sanitaria para la detección de otros positivos y la prevención de nuevos contagios.
Todos los usuarios de la residencia han pasado a régimen de aislamiento preventivo, por lo que los casos positivos permanecen confinados y los negativos sólo salen de las habitaciones muy puntualmente, por turnos prestablecidos que impidan la presencia de otros residentes. Las zonas comunes se han clausurado a instancias de la Inspección de los Servicios Sociales. No obstante, no se han suspendido actividades habituales de los residentes como la terapia ocupacional, que se desarrolla de manera individual en las diferentes habitaciones.
Por otra parte, se están practicando pruebas PCR a todos los usuarios del centro. Por otro lado, desde la Dirección del centro de mayores se mantiene la comunicación con todos los familiares de los positivos para mantenerles informados de su estado. Del mismo modo, el resto de familias también reciben comunicados con frecuencia diaria informando de las novedades de la situación en el geriátrico.
Se da la circunstancia de que la vacunación en esta residencia de mayores ya se ha completado en sus dos dosis. La segunda de ellas se administró el domingo 24, si bien las autoridades sanitarias establecen que la inmunidad ante el virus se adquiere siete días después de la segunda vacuna, plazo que se cumple el próximo domingo 31 de enero.