La Guardia Civil en Almería ha desarrollado una operación contra la pesca ilegal de atún rojo en el marco de la que ha detenido a nueve personas y tres investigadas, y se ha incautado de nueve ejemplares de esta especie con un peso cercano a las dos toneladas y valor en el mercado de 59.000 euros.
La operación ‘Tarannuta’, en colaboración con inspectores de la Secretaría General de Pesca del Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación, también investiga a tres personas por su presunta implicación en la captura irregular de atún rojo desde embarcaciones recreativas.
La fase de explotación de la actuación se inició en mayo aunque la investigación se remonta al verano de 2018 tras las denuncias recibidas por el Seprona por parte del sector profesional sobre la pesca «indiscriminada» de atún rojo, según ha precisado el jefe de la Sección del Seprona, el teniente Sergio López, quien ha remarcado los «perjuicios» de esta práctica ilegal para los profesionales y para la «biomasa de la especie».
Las pesquisas de la Guardia Civil corroboraron la información y comprobaron que, por parte de estas embarcaciones, se utilizaban «técnicas de ocultación» propias de «delitos más graves» como el «fondeo» de los ejemplares o la vigilancia en los puertos para que «no sean detectadas» las descargas.
Los agentes de la Guardia Civil y los Inspectores de Pesca evaluaron en reuniones de coordinación previa los detalles de la operación, contando con medios del Grupo de Helicópteros del Servicio Aéreo de la Guardia Civil con base en Torrejón de Ardoz (M), con el objetivo de llevar a cabo su ejecución en fechas próximas a la apertura de la veda del atún en el mar Mediterráneo.
La operación, realizada en varias fases que se iniciaron el pasado 15 de mayo, comenzó con la localización de una embarcación recreativa con una lona de grandes dimensiones en la parte trasera, que tapaba elementos de gran envergadura.
Inspeccionada la embarcación a su llegada a puerto, se localizaron ocho atunes en la cubierta trasera, procediéndose a la detención de nueve personas y la aprehensión-precinto de la embarcación.
Posteriormente, mediante la coordinación con un helicóptero del Servicio Aéreo de la Guardia Civil con el SIVE (Servicio Integral de Vigilancia Exterior), se detectó una nueva embarcación se disponía a atracar en el puerto de Villaricos, en Cuevas del Almanzora. Desde el aire se podía observar «con nitidez la existencia de ejemplares de atún en la borda».
Al advertir la presencia de la Guardia Civil, la embarcación dio media vuelta, alejándose con la intención de deshacerse de los atunes.
Contando con el apoyo de una embarcación del Servicio Marítimo Provincial de la Guardia Civil de Almería, que dirigió la embarcación a puerto realizando las correspondientes actas, y de los buceadores de la Guardia Civil (GEAS) se localizó un ejemplar de atún rojo, investigándose a los tres ocupantes de la embarcación.
En declaraciones a los periodistas, el teniente López ha indicado que si bien durante la fase en la que se recopiló la información, se hallaron indicios de que pudiera existir algún tipo de organización, ambos casos «no tienen conexión aparente entre si».
Ha asegurado, asimismo, que los detenidos «sí estaban organizados» con roles definidos y ha afirmado que esta práctica de furtivismo se da, sobre todo, con el atún rojo «dado su alto precio y su valoración que hace que se cotice el kilo a entre 30 y 40 euros cuando un especímen suele rondar los 200 kilos de media».